Fotoprotección – Consejos para un bronceado saludable

Fotoprotección – Consejos para un bronceado saludable
junio 21, 2016 FarmaciaSanchis
In Dermofarmacia

El solsticio de verano, también conocido como el primer día de verano y el día más largo del año ha llegado. Por ello, desde el blog de Farmacia Sanchís queremos aprovechar para solucionar algunas de las preguntas que surgen en esta época del año.

¿Qué tipos de radiaciones existen?

Las más conocidas son las radiaciones ultravioletas (UV). Según su longitud de onda, podemos distinguir tres:

UVC: son muy peligrosas para el hombre, no llegan a la superficie de la tierra, ya que las absorbe la capa de ozono de la atmósfera.

UVB: son las responsables del eritema o enrojecimiento de la piel, además de las queratitis oculares. Penetran en la epidermis y provocan el bronceado.

UVA: hasta el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y los ojos. Son más perjudiciales que los UVB y causan el envejecimiento de la piel, el melanoma, la queratitis, cataratas, degeneraciones de la retina…

Por otra parte, tenemos el espectro Visible que penetra hasta la hipodermis y los rayos Infrarrojos, que penetran en la piel y provocan vasodilatación.

¿Son las radiaciones del Sol beneficiosas o perjudiciales?

El Sol nos aporta efectos beneficiosos y otros perjudiciales.

Entre los efectos beneficiosos conocidos encontramos: mejora del estado del ánimo, mejora del aspecto físico con el bronceado de la piel, acción vasodilatadora de los IR y reducción de la tensión arterial durante el verano, reducción de los patógenos de nuestra superficie cutánea, tratamiento de enfermedades de la piel como la psoriasis, el acné… y uno de los efectos más importantes, que es la estimulación de la síntesis de la vitamina D, que es imprescindible para la formación de los huesos.

Por otra parte, debemos concienciarnos que los efectos perjudiciales del Sol están bien estudiados y definidos:

Quemaduras solares: la piel se pone roja y caliente. En los casos más graves pueden aparecer ampollas. Posteriormente, la piel se descama y se “pela”.

Cáncer cutáneo:

Los carcinomas son los más frecuentes y aparecen sobre todo a partir de los 50 años con un crecimiento lento. No suelen invadir ganglios ni producir metástasis y  la tasa de curación es elevada, aunque las personas que lo padecen suelen tardar meses e incluso años en acudir al médico. Destaca la aparición de manchas rojizas que pueden descamarse y sangrar, formando costras que caen una y otra vez, prominencias redondeadas en la piel y úlceras que no cicatrizan.

Los melanomas afectan a los melanocitos o células productoras de melanina (pigmento que da color a la piel) y mayoritariamente se dan en personas con piel y ojos claros con exposiciones puntuales, excesivas e intermitentes al sol. Se localizan en zonas no expuestas al sol habitualmente, como la espalda o las piernas. El aspecto de los melanomas se define por la regla ABCDE:

A: asimetría B: bordes irregulares C: color variado D: diámetro > 6  mm  E: evolución (cambio de aspecto)

“La piel tiene memoria” y el las quemaduras solares, especialmente con ampollas, durante la infancia y la adolescencia aumentan el riesgo de padecer un melanoma.

Fotoenvejecimietno cutáneo. Se alteran los componentes de la dermis, disminuye la síntesis de colágeno, se activan las metaloproteinasas (enzimas responsables de las arrugas), se produce una acumulación anormal de las fibras elásticas de la piel, reduciendo la elasticidad y firmeza.

¿Qué da color a nuestra piel?

La melanina es un pigmento que da color al cabello, a la piel y al iris del ojo. Es producido por los melanocitos, células que se encuentran en la membrana basal de la piel, en la úvea del ojo, el oído interno, las meninges y los huesos. En la piel se encuentran alrededor de 1500 melanocitos por milímetro cuadrado, aunque el color no depende del número sino de su actividad.

De ahí podemos definir los fototipos de la piel:

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Para hacer más fácil la clasificación se puede realizar el siguiente cuestionario:

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Además del fotototipo, hay que tener en cuenta el tipo de piel (seca, mixta o grasa) y para ello existen diferentes formulaciones: crema, emulsión o gel y también encontramos fotoprotectores oil-free o libre de aceites para pieles con tendencia acneica o grasa. En este último caso, a veces es más importante que las cremas sean no comedogénicas, es decir, que no obstruyan los poros y no produzcan imperfecciones o puntos negros.

¿Qué es el Factor de Protección Solar (FPS)?

Este índice nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema o enrojecimiento de la piel previo a la quemadura, y por tanto nos informa de la protección frente a los rayos UVB. En el caso de la protección frente a UVA, será un 15% del número de FPS.

Por ejemplo, si una persona empieza a enrojecer a los 10 minutos de exposición al sol, un FPS 50 le permitiría prolongar la exposición a 500 minutos. Aunque parece mucho, este índice se calcula en condiciones ideales, es decir, con una aplicación del solar abundante y cubriente, sin factores externos que puedan intervenir, ni sudoración, ni agua, ni fricciones con la toalla… Por eso es vital, repetir las aplicaciones de crema solar para estar realmente protegido durante toda la exposición.

¿En qué horas del día no se debe exponer la piel al Sol?

Tal y como opinan los dermatólogos especialistas, las horas más adecuadas para exponerse al Sol son por la mañana, antes de las 10 h o por la tarde después de las 16 h.

Aún así, la mayor parte de las personas no lo cumplen, por ello, es muy importante evitar la exposición directa cuando el sol caiga perpendicular a la persona y, en  las horas de máxima radiación, que son de 11 a 15 h, colocarse en zonas de sombra y usar protección solar elevada. Asimismo, se deben utilizar gafas de sol para proteger la retina, además de sombreros y gorras. Por otra parte, la hidratación es fundamental en verano, ya que a altas temperaturas, la sudoración es el principal mecanismo de enfriamiento corporal y con ella se pierden fluidos, que deben ser restablecidos.

¿Qué tipos de filtros solares existen?

Físicos

Éstos reflejan la luz solar. Actúan  sobre todos los tipos de radiaciones: UV, visible e IR. Se conocen como “pantalla mineral” o “ecran”. Algunos de los componentes que aseguran la protección física son el óxido de zinc o el dióxido de titanio. Protegen desde el primer momento de aplicación.

Este tipo de filtro solar puede evitar el eritema y el bronceado, y son muy recomendables para los niños, especialmente menores de 3 años.

Químicos

Los filtros químicos poseen moléculas orgánicas que penetran en la epidermis y reaccionan en la piel, absorbiendo la radiación solar ultravioleta. Existen filtros UVA, UVB o de amplio espectro. Actúan después de 20-30 minutos de su aplicación y por eso es importante aplicarlos antes.

Entre los componentes principales destacan el PABA (UVB), el alcanfor (UVB), la benzofenona (UVA), el dibenzoilmetano (UVA), la triazina (UVB) y el octotrileno (UVB).

Biológicos

Son moléculas antioxidantes que evitan la formación de radicales libres y, por tanto, potencian el sistema inmunológico y aumentan la capacidad propia de combatir la radiación solar. Algunos ejemplos son la vitamina C, la vitamina E o la vitamina A (betacarotenos).

Los filtros biológicos se pueden encontrar en las presentaciones tópicas o también en los fotoprotectores orales. Estos suelen presentarse en cápsulas y tienen funciones fotoinmunoprotectoras, antioxidantes y antiaging. La combinación de estos productos junto con los foroprotectores tópicos, nos brinda una mayor protección solar, sobretodo en alergias solares, melasmas y manchas.

Por otra parte, existen dos clasificaciones para los productos resistentes al agua:

Water-resistant o resistente al agua: cuando el protector solar no ha perdido su capacidad protectora (FPS) después de 40 minutos en contacto con el agua.

Waterproof o impermeable al agua: cuando supera los 80 minutos.

¿Los medicamentos pueden provocar fotosensibilidad?

Los medicamentos fotosensibilizantes son aquellos cuya administración puede provocar que la piel reaccione de forma anormal a la exposición solar. Existen diversos principios activos que pueden desencadenar este tipo de reacción y producir fotosensibilidad, y los podemos encontrar en medicamentos de uso frecuente como son los anticonceptivos orales, los antibióticos, los antiinflamatorios, los antihistamínicos, antidepresivos, antihipertensivos, antidiabéticos, etc.

Además de los medicamentos, hay sustancias que sobre la piel y con la radiación solar pueden provocar fotosensibilidad: puede ser el caso de algunos perfumes. Para más información, no dudes en acudir a tu farmacia de confianza.

CONCLUSIONES Y CONSEJOS

  • Evitar la exposición solar entre les 12 y las 16 horas.
  • Los fotoprotectores se deben usar incluso en días nublados.
  • El agua, la hierba, la arena y la nieve reflejan los rayos solares, aumentando los efectos de las radiaciones sobre la piel, y por lo tanto se deben utilizar fotoprotectores más altos.
  • Evitar largas exposiciones al sol.
  • Procurar no dormir al sol.
  • No utilizar colonias, desodorantes u otros cosméticos en la exposición al sol, podrían producir manchas.
  • Proteger la piel con ropa y la cabeza con una gorra.
  • Hay medicamentos y productos cosméticos que producen en la piel reacciones de fotosensibilidad por la exposición solar.
  • En casos especiales, como el embarazo, patologías cutáneas, trabajadores al aire libre, individuos con antecedentes familiares de cáncer y fototipos muy bajos (I y II), se deben aplicar productos de alta protección o evitar tomar el sol.
  • Extremar las medidas protectoras en cualquier actividad al aire libre.
  • Vigilar los cambios de color, forma o tamaño de peca y consultar al especialista.
  • Proteger los ojos con gafas de sol que lleven protección 100% UV.
  • No utilizar protectores solares abiertos desde el año anterior.
  • Para los niños, los fotoprotectores más adecuados son los que llevan filtro físico.

Hay que recordar que el principal mecanismo de defensa de la piel es la pigmentación o el bronceado. Desde la farmacia, dependiendo de tu fototipo de piel y necesidades, podemos aconsejarte el mejor protector solar. Además, si quieres saber qué fotoprotector puede ser el mejor para ti, no dudes en dejar un comentario, resolveremos tus preguntas encantados.

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