La diabetes es una enfermedad crónica que puede ocasionar diversas complicaciones: puede provocar la pérdida de sensibilidad de los pies y la aparición de edemas en las piernas y zonas mal vascularizadas que pueden dificultar la curación de heridas en los pies.
Las lesiones en los pies pueden convertirse en úlceras e incluso, en casos más extremos, pueden llegar a gangrenar y requerir una amputación. Por este motivo, es necesario adoptar una serie de medidas para prevenir y cuidar los pies cuando se padece diabetes.
¡Para garantizar una buena salud podal ten en cuenta los siguientes consejos!
- Lávate los pies cada día con un jabón neutro y agua tibia, sin rascarlos en exceso y procurando no dejarlos más de 5 minutos en remojo. Recuerda secarlos con una toalla suave.
- Examina todos los días los pies, si es necesario con la ayuda de un espejo.
- Después de lavarlos, aplícate una crema hidratante, sobre todo en la zona de tacones y planta de los pies, especialmente entre los dedos.
- Las uñas deben cortarse rectas con tijeras de punta redonda o limas de cartón. Si son gruesas o tienes dificultades para cortarlas, ve al podólogo. Importante: ¡Recuerda que si eres diabético tienes derecho a tres visitas gratuitas al año! Pide el volante y el listado de podólogos a los que puedes acudir a tu enfermero o médico de familia.
- No apliques calor o frío directamente en los pies (bolsa de agua caliente, hielo, manta eléctrica…), ya que al tener menos sensibilidad te pueden aparecer ampollas o quemaduras sin que te des cuenta.
- Utiliza siempre calcetines, incluso con sandalias o zapatillas, de algodón, hilo o lana, sin costuras ni goma elástica que puedan presionar. Si usas medias, elige los tipos «panty».
- El calzado es muy importante. Es necesario que sea de cuero ligero y flexible, con suela antideslizante y no muy gruesa, con la punta redondeada (más estrecha), el talón con base ancha y una altura no superior a 3 cm, que en su interior no tenga costuras y que vaya sujeto con cordones o velcro y sin zonas descubiertas (talón, dedos…).
- Evita llevar calzado muy gastado, no uses exclusivamente un par de zapatos ni andes descalzo, incluso si te vas a la playa o a la piscina, donde se recomienda utilizar zapatos de goma. Pasa la mano por el interior de los zapatos cada vez que te los pongas por si hay piedras, arena…
¿Eres diabético/a? ¡Ten en cuenta estos consejos y pregúntanos si te queda alguna duda! 🙂