El tratamiento de las alergias puede enfocarse desde la prevención, la sintomática y la etiología. Para hacerlo bien, hay que empezar controlando los procesos alérgicos por medio de la prevención, utilizando gafas de sol, mascarillas, filtros antipolen en el coche, purificadores de aire… Por otra parte, el tratamiento farmacológico ayudará a minimizar las molestias a partir de los antihistamínicos y la vacunación será la solución para aquellos que buscan tratar de forma duradera la sintomatología de la alergia.
Medicamentos antihistamínicos:
Son los fármacos que más se utilizan para tratar la alergia. Bloquean el efecto de la histamina y solo deben tomarse cuando se sufren los síntomas de la alergia. ¡Nunca de forma preventiva! Los antihistamínicos se pueden agrupar en: los de primera y los de segunda generación.
- Los de primera generación provocan sedación y somnolencia, sequedad de boca, estreñimiento y visión borrosa.
- Los de segunda generación no producen sedación ni los efectos secundarios de los de primera generación, los clásicos. Además, la mayoría de veces dura más su efecto, lo que los hace más eficientes y cómodos.
Los antihistamínicos hay que tomarlos según la sintomatología que se sufra y nunca de forma preventiva. Solo en caso de que lo recomiende el médico o el alergólogo. También se aconseja tomarlos de noche, leer bien el prospecto y estar atento/a de los posibles efectos secundarios. Otros medicamentos como los descongestivos nasales o los corticoides también te pueden servir de ayuda para tratar la alergia. De hecho, la asociación de los antihistamínicos con los descongestivos ha demostrado más eficacia, ya que se minimiza mucho más la rinitis. Aun así, hay que tener en cuenta que la combinación puede aumentar el número e intensidad de reacciones adversas.
En general, los medicamentos antihistamínicos los puede utilizar toda la población siempre que hayan sido previamente pautados por un profesional médico o farmacéutico. Los niños son unos de los colectivos que sufre las alergias estacionales de manera más intensa y estos no pueden tomar antihistamínicos de la misma forma que los adultos. Del mismo modo, embarazadas y madres lactantes deben prestar especial atención al uso de estos medicamentos y solo tomarlos bajo supervisión médica.
Si padeces alergia al polen y necesitas medicarte, ten presentes estos consejos:
- No te automediques.
- Lee siempre el prospecto de los medicamentos.
- Si el médico/a no te lo recomienda, no tomes medicamentos para la alergia durante más de 4 días seguidos.
- Si estás embarazada o dando el pecho, consulta a tu médico qué medicamentos puedes tomar.
- Sé consciente de los efectos secundarios de los antihistamínicos.
- Vigila las interacciones con otros medicamentos.
- Haz especial atención si padeces glaucoma, epilepsia, hipertiroidismo, cardiopatía, hipertensión arterial, insuficiencia renal o diabetes.
- No descartes la vacunación para eliminar los síntomas de forma duradera.
¿Eres alérgico y/o te queda alguna duda? Pregúntanos! 🙂